Para la Real Academia Española (RAE) el uso (o abuso) de anglicismos en el día a día es signo de “cierto complejo de inferioridad”. Posiblemente. Aunque, lo cierto, es que el fenómeno de adoctrinar en el castellano palabras extranjeras supone también uno de los daños colaterales de las nuevas tecnologías. Aplicados en las tecnologías de la información y la comunicación, son avances que están transformando el sistema sanitario hacia un modelo mejor de salud y bienestar. Es la salud digital.
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