De cumplirse las predicciones más halagüeñas, el futuro del tratamiento de las lesiones óseas –ya sea una rotura o, sobre todo, la degeneración del hueso provocado por una enfermedad, caso del cáncer– vendrá constituido por el uso de las terapias con células madre. Unas terapias génicas que, como parece que también ocurrirá en el resto de lesiones y enfermedades, posibilitará que el propio paciente disfrute de un nuevo tejido –en este caso, óseo– totalmente natural.
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