Encender su PC, ingresar a Amazon y solicitar un medicamento para que llegue directamente a su casa, sin salir, sin filas, sin largas esperas en centros médicos ni en las farmacias. La idea es atractiva, pero plantea desafíos logísticos, legales y éticos nunca antes enfrentados por el gigante del e-commerce.
Ver la noticia completa en la fuente original